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«¡Yo también quiero coleccionar!»
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Antes de contar nada, debo sincerarme: no soy un experto en cactus ni en plantas crasas porque apenas llevo unos pocos años de dedicación. Pero aún así, puedo dar unos consejos, comprobados de primera mano, para no cometer errores al iniciar una colección de suculentas.
Hay dos aspectos a considerar: el
tamaño y el
género.
- Respecto al tamaño, es conveniente comprar plantas algo crecidas: ¿por qué?
- Las plantas bebé son más delicadas que las adultas. Si no tenemos experiencia es fácil matarlas a poco que metamos la pata. Ejemplares más crecidos pueden aguantar mejor nuestros desmanes.
- En climas no demasiado propicios para las plantas suculentas, como pueda ser el norte de España, las plantas pequeñas aguantan peor los rigores del invierno, el granizo, el exceso de lluvia, etc...
- Muchas plantas, dependiendo de la tienda y el proveedor, ya han sido maltratadas antes de que las compremos casi siempre por ignorancia y muchas veces no nos queda otro papel que ser testigos de la agonía. Por ejemplo, las tiendas de todo-a-100 tienen la costumbre de regar las suculentas como si fueran plantas convencionales.
- Respecto al género de la planta, hay que tener en cuenta que lo hay más o menos resistente, fácil de cultivar y/o agradecido. A continuación pongo unos ejemplos, pero no todos.
- Ejemplos de géneros recomendados para empezar:
- Cactus Opuntia. Son agradecidos pero sensibles al exceso de riego.
- Cactus Gymnocalycium. Agradecidos y resistentes.
- Crasas Crasulaceae. Durísimas, casi como geranios.
- Crasas Haworthia. Bonitas y fáciles de cultivar, aunque algo delicadas con respecto al Sol.
- Ejemplos de géneros no aconsejables para principiantes:
- Cactus Cereus. El típico "cactus de ordenador" no es que sea difícil de cultivar o poco resistente: es que es de crecimiento lento y algo frustrante, y tolera muy mal el exceso de agua. Además es demasiado común.
- Crasas Lithops. Exigen muchísima precisión en los riegos y tenerlos a buen recaudo en invierno. Sólo para expertos.
Obviamente esta es una selección de géneros orientativa muy sesgada por mis preferencias.
Antes de acabar, una
importante observación:
JAMÁS COMPRES PLANTAS CON FLORES PINCHADAS. No sólo es un insulto al cactus y al comprador, sino que es muy perjudicial. Al quitar las flores, los agujeros que quedan deshinchan literalmente a la planta;
toda planta suculenta es una bolsa de agua que no debe tener agujeros. Aparte, si esperas al dueño de la tienda a que cierra para darle una paliza te sentirás mucho más agusto contigo mismo y con la naturaleza.
Normalmente las plantas suculentas suelen venir en una maceta bastante más pequeña de lo que le corresponde. Fíjate que al sacar la planta del recipiente original las raíces son tan tupidas que la tierra queda como un cubilete; eso si no asomaban por debajo. Así que no queda más remedio que trasplantar: de eso hablaremos más adelante.
Es IMPORTANTÍSIMO NO PONER DIRECTAMENTE AL SOL las plantas que acabamos de comprar. Normalmente han estado a la sombra o a media luz una buena temporada dentro de la tienda o el supermercado y NO están preparadas para la luz solar directa. Aún hoy en día yo sigo metiendo la pata a veces.
SI LA PLANTA EMPIEZA A CLAREAR TRAS PONERLA AL SOL, RETÍRALA INMEDIATAMENTE a cualquier lugar iluminado donde no dé directamente el Sol. Si no, la matarás. Déjala al menos 2-3 semanas y después, poco a poco, que le dé el Sol otra vez.
Sustrato es el material donde va a vivir la planta.
Los cactus y crasas
soportan muy mal el exceso de humedad en las raíces, así que es necesario un sustrato que:
- Tenga un buen drenaje, o lo que es lo mismo, que no retenga el agua.
- Respire bien, o lo que es lo mismo, sea suficientemente poroso como para que el aire penetre y retire la posible humedad que haya en las raíces.
Existen tierras especiales para crasas, como la que vende Composana (casi 3 eurodólares los 5 litros) que tiene un tratamiento especial para rechazar el agua, de tal manera que no se moja.
Los que somos pobres nos arreglamos normalmente con una mezcla, según la planta, de los siguientes componentes:
- Tierra convencional (60 céntimos los 5 litros o gratis si inviertes en una pala).
- Arena de playa, limpia, silícea. De playa, no de obra, que apegotona.
- Piedritas pequeñas silíceas o basálticas (mejor). Nunca calcáreas.
- Cantos rodados silíceos, nunca calcáreos.
Yo me suelo hacer una
mezcla mitad y mitad de tierra y arena y
rellenar el fondo de la maceta con los cantos rodados para que quede siempre muy aireado el fondo.
Algunas plantas (sobretodo cactus) agradecen añadir a la mezcla anterior otro tanto de piedritas basálticas. Personalmente no soy muy amigo de utilizar piedritas como sustrato exclusivo, ya que el agarre de las raíces es mucho menor y la estabilidad de la planta peligra, en el caso de que sea muy alta o grande.
Los materiales calcáreos reaccionan con el agua y alteran el pH del medio. Algunas especies agradecen/necesitan esto, pero no es lo normal.
Y pordiós-pordiós NO utilices piedras para el pis del gato. Reaccionan con el agua y hacen una pasta.
Hay gente que compra piedritas de colores y las ponen sobre el sustrato, muchas veces por motivos estéticos. No es mala política ya que tiene una consecuencia práctica: a la hora de regar el sustrato se remueve menos. Pero no cubras nunca todo el sustrato con ellas porque si no es difícil saber si está seco o no.
Ante todo, buen gusto. No me pongas una maceta rota de plástico negro no me seas cutre ni una bacenilla de Lladró con tu foto de bodas esmaltada en un lado no me seas hortera.
Como ya expliqué antes, es bueno que las raíces respiren. Para ello nada como una maceta de cerámica POROSA, NO ESMALTADA, y CON AGUJERO en el fondo. En algunas especies realmente exquisitas con la humedad, como los lithops, no queda otro remedio que usar cerámica.
Las macetas de plástico suelen ser más baratas, prácticas, resistentes y ocupan menos sitio. Pero tienen el problema de que no dejan transpirar. En ese caso, hazle un montón de agujeros en el fondo. Existen, de todo modos, macetas especiales con respiraderos laterales y cámaras de aire en el fondo. Son caras pero yo tengo una y estoy muy contento con su comportamiento. La mía incluso tiene una trampilla para regar por debajo que dejo abierta para que el viento se lleve la humedad de la parte inferior.
Personalmente me gustan las macetas de plástico que imitan la cerámica: es decir, con borde superior (que aporta rigidez) y color teja o verde oscuro.
Y si tienes jardín, dependiendo de la zona donde vivas, te puede interesar plantar directamente en el suelo. Pero lo mejor suele ser dejar que la planta se desarrolle en condiciones en una maceta y después, una vez crecidita, plantarla en el suelo.
Los expertos recomiendan trasplantar exclusivamente al comienzo de la primavera.
Personalmente, creo que no hay problema en trasplantar durante la primavera o el verano. Y si la planta es recién comprada y viene en una maceta pequeña, pues también, sea cual sea la época.
Las plantas demasiado pinchudas cactus, muchas euphorbias son fáciles de manipular improvisando una mordaza con un paño grueso.
REGLA DE ORO: ANTE LA DUDA, NO RIEGUES.
Las plantas suculentas se mueren, sobretodo, por EXCESO de riego. Hay gente que cuando ve a su planta pocha, la riega. Muchas veces esta pochez es síntoma de exceso de agua, con lo que se agrava el problema. Si tu planta está fláccida, corta el riego.
Normalmente estas plantas se deben regar sobretodo cuando hace buen tiempo y tienen luz y calor. También es el mejor momento para añadir abono (especial para cactus y crasas) al agua. La mejor manera de comprobar si lo necesitan es utilizando ultramoderna tecnología digital: metes el dedito un par de centímetros en el sustrato. Y si sale seco, entonces es el momento de regar.
Muchas plantas no deben ser regadas en absoluto durante el invierno, a no ser que vivas en un clima muy seco.
Regados espaciados tienen una ventaja: obligan a la planta a desarrollar unas raíces más tupidas y fuertes en busca de agua. Esto es especialmente indicado con plantas de base estrecha y/o muy altas. Si las riegas mucho, desarrollarán poca raíz y serán inestables.
De todos modos, descubrirás con el tiempo lo increíblemente resistentes que pueden llegar a ser estas plantas y cada vez te preocupará menos el tema del riego.
Existe un mito con respecto a este tipo de plantas y es que necesitan que les casque el Sol.
ALGUNAS plantas, las más desérticas, necesitan pleno Sol todo el día. Pero esto no se puede extender a todas. Géneros como Kalanchoe o Haworthia deben cuidarse de que les dé el Sol todo el día, pues si no se morirán quemadas.
Lo que sí es verdad es que todas necesitan mucha luz. Pero no necesariamente directa.
Y como ya dije antes: cuando compres una planta que vayas a poner al Sol, aclimátala antes al menos durante 2 ó 3 semanas poniéndola en un lugar muy iluminado donde el Sol no dé directamente.
Estos son los peores enemigos de tus plantas: si ves que está cubiera de puntitos blancos casi microscópicos (ácaros), la base está empezando a pudrirse (hongos o cochinilla) o los pulgones están de fiesta (insectos), no debemos demorarnos ni un día:
- Clavos de dimetoato: el dimetoato es un insecticida sistémico; penetra en la planta a través de las ráices y mata a los bichos que se la intentan comer. Hundimos los clavos (en la caja viene especificado cuantos por cantidad de tierra) y regamos para que disuelvan poco a poco. Es una sustancia bastante tóxica para los animales y se debe manipular con cuidado. Los clavos vienen a costar 6 euros por docena. Se puede usar de modo preventivo.
- Pulverizador triple acción: Es triple porque es fungicida, insecticida y acaricida. Utilízalo sólo cuando veas que empiezan los problemas. No abuses de él.
- DeDeTe: Si el bicho es gordo, lo aplastas con los dedos. Toma control biológico.
- Alcohol de quemar: O sea, metanol o alcohol desnaturalizado. Es un remedio muy bueno contra la cochinilla ya que el mero contacto las mata inmediatamente. Por lo general las plantas, a no ser que sean muy delicadas, aguantan bien este tratamiento, que se puede aplicar de dos maneras:
- Directamente con pincel sobre las cochinillas, lo que las mata en el acto y las despega de la planta.
- Diluido en agua, más o menos un vaso de chupito por cada litro de agua, con la intención de pulverizar.
- Cobre: lo mejor para acabar con los hongos. En realidad son los iones cobre los que actúan sobre los mecanismos bioquímicos de producción de energía del hongo. Hay productos comerciales basados en este elemento.
En casos extremos, como es el caso de la cochinilla, podemos incluso sacar la planta, quitarle todo el sustrato y
lavar/pulverizar las raíces para volver a plantarlo.