Esta página tiene dos objetivos: servir como galería de mi colección de plantas suculentas y, por otra parte, recopilar información de diverso tipo sobre éstas.
Son aquellas que almacenan agua en sus tejidos.
No forman una familia única dentro del reino vegetal y se suelen clasificar por el lugar donde almacenan ese agua: en el tallo (o raíz) o en las hojas.
Otra clasificación distingue entre cactus y crasas. Esto es así porque los primeros forman el grupo de plantas suculentas por excelencia y pertenecen a la misma familia, hablando en términos taxonómicos.
Las segundas son mucho más heterogéneas e, importante, morfológicamente suelen ser muy distintas a los primeros. Es el criterio que sigo en esta página.
Pues no muy grande. A la hora de escribir esto (octubre de 2006) llevo sólo 3 años metido en este vicio y por el momento sólo tengo unas 80 plantas; que no ocupan tanto porque en algunas macetas tengo varias. ¿Que dónde las tengo? Mirando al sur, en una ventana no muy grande y en una terraza que no llega a los 2 metros cuadrados. Pero una estantería de resina con cuatro baldas hace milagros.
Muchas plantas son pequeñas porque son recién adquiridas. Cada temporada voy comprando, o me regalan, ejemplares nuevos, muchas veces bebé. Otras sufrieron una granizada en diciembre de 2004 y quedaron destrozadas, aunque la mayoría están completamente recuperadas...
Y algunas están hechas polvo porque las adquirí así. Del mismo modo que hay gente que recoge perritos y gatitos abandonados, tengo la costumbre de rescatar plantitas en estado de abandono que a veces me encuentro en mis incursiones por las tiendas. Alguna incluso me regala sus ejemplares más pochos para que los saque adelante.
Es posible que algunas plantas estén mal identificadas. cualquier ayuda será apreciada. Mi mail está ahí arriba.
Esta página está dedicada a Elena e Isabel, las personas que me viciaron en esto y engordaron mi colección (Elena) y mi barriga (Isabel). También a Helga, que ya me pilló viciado pero me regaló esquejes interesantísimos de su colección. A ellas les debo algunos de mis mejores ejemplares.
Si quieres protegerte de la radiación de tu monitor, lo mejor es una plancha de plomo. pero entonces no verías nada. Vamos, que no. No sé que hábil comerciante ideó por primera vez este mito, pero desde luego se debió hinchar a vender cactus.